Las comunidades digitales son espacios de interacción virtuales cada vez más populares. Trascienden la definición de la red social clásica por los elementos diferenciadores que tienen lugar durante su diseño y puesta en marcha.
Definir brevemente una comunidad digital es una tarea complicada. Haciendo un símil con el mundo natural, las comunidades digitales son como los complejos sistemas biológicos que operan dentro de los organismos vivos. Lo que define estos sistemas es mucho más que sus componentes esenciales y para entenderlos hay que desentrañar la compleja red de relaciones, intercambios e interacciones que producen simultáneamente.
En pocas palabras, las comunidades digitales son espacios de encuentro virtuales en los que se pueden conectar personas con intereses compartidos. En Urbegi Social Impact creemos, además, que las comunidades digitales son excelentes plataformas para relacionar no sólo personas sino ecosistemas enteros que comparten intereses y que encuentran en estas plataformas un lugar en el que desarrollarlos.
Si vamos ya al detalle de sus componentes, Michael Jacobides, profesor de la London Business School define los ecosistemas digitales como: “organizaciones interactivas, conectadas digitalmente, modulares y no gestionadas por una autoridad jerárquica”.
Lo interesante de esta definición es la profundización en cada uno de los componentes que menciona. Las comunidades digitales son:
Interactivas
Porque dentro de una comunidad digital prima la interacción a través de una compleja red de relaciones. No se trata de emitir mensajes unidireccionales, sino que se da todo un proceso de creación y co-creación de mensajes y contenidos. Todos los participantes de la comunidad son emisores, receptores y creadores.
Se conectan digitalmente
Porque se construyen mediante módulos personalizables. En la fase de diseño de la plataforma se eligen cuáles se van a utilizar. En ese sentido, las plataformas no son estáticas porque los módulos pueden cambiarse a lo largo del tiempo; un proceso de mejora y revisión constante que permite a la plataforma adaptarse durante su evolución.
Son modulares
Porque se materializan a través de una plataforma digital, un espacio creado y diseñado con el propósito de serlo, para satisfacer las necesidades e intereses de los grupos que van a conformar la comunidad.
Y no están gestionadas por una autoridad jerárquica
Porque en las comunidades digitales la columna vertebral son los intereses que unen a los usuarios y usuarias, haciendo que, por naturaleza, no puedan darse relaciones jerárquicas verticales sino que se produzca un esquema de relaciones horizontal. Además, esto implica que la comunidad es un ente vivo y que respira por sí misma. Una vez entra en funcionamiento es mantenida por las interacciones y por los participantes activos.
En Urbegi Social Impact nos especializamos en el desarrollo y diseño de este tipo de comunidades. Analizamos los intereses y grupos de interés que nuestras plataformas pueden llegar a conectar, dando como resultado el espacio de interconexión y dinamización de ecosistemas que se busca.