Jesús Tortosa, fundador de Inchange Impact Company con una dilatada trayectoria directiva en el ámbito de la sostenibilidad, inaugura esta nueva sección de firmas invitadas en la web de Urbegi Social Impact, con este artículo en el que nos hace reflexionar sobre el poder de la colaboración y el valor de las comunidades.
El desarrollo de un ecosistema sólido, sea social, económico o ambiental, depende de la colaboración efectiva entre sus integrantes. Esto no es solo una teoría idealista, sino una realidad que se revela especialmente en situaciones extremas, como la que ha tocado vivir recientemente en Valencia, Málaga o Castilla La Mancha, en las que la solidaridad de la sociedad se convierte en un factor clave para superar la adversidad y reconstruir el entorno de manera conjunta.
La colaboración: más que trabajar juntos
La colaboración efectiva va más allá de reunir a individuos para alcanzar una meta común. Implica confianza, empatía, comunicación y una visión compartida. Tras un desastre natural como el que hemos vivido, la sociedad, en concreto la española, acostumbra a dejar de lado sus diferencias para centrarse en una recuperación rápida y efectiva. La confianza en la buena voluntad se hace patente, se abren puertas a desconocidos para dejar pasar la solidaridad; la empatía que entra al corazón a través de las imágenes del televisor, hace cancelar planes, tomar la mochila y salir a prestar ayuda, aunque se tengan que recorrer cientos de kilómetros para ello; la comunicación, hemos visto que es clave para la correcta organización de la respuesta; la visión compartida, la de salvar vidas y reconstruir, en la que nos debe unir como humanidad.
Tras esta experiencia, y con el propósito de año nuevo a la vuelta de la esquina, debemos pedir que esta capacidad de colaboración se extienda a otros ámbitos. En el mundo empresarial, el desarrollo de iniciativas sociales que compartan una visión se construyen a través de ECOSISTEMAS, y a su vez, estos, requieren que múltiples actores (empresas, instituciones, ciudadanos) trabajen juntos, aportando sus fortalezas particulares para lograr beneficios colectivos. Las alianzas estratégicas y la colaboración multisectorial son clave para abordar problemas complejos, como el cambio climático, la desigualdad social o la innovación.
Innovación y adaptación colaborativa
La incertidumbre en la que continuamente nos movemos, contribuye a un entorno cambiante que requiere de nosotros y nuestras organizaciones, cada vez más, una fuerte capacidad de adaptación y un enfoque colaborativo ante los desafíos que nos rodean. La innovación, esencial para el desarrollo de ecosistemas, no se logra en aislamiento. Las ideas disruptivas surgen cuando distintas perspectivas se encuentran y trabajan juntas para hallar soluciones creativas.
La colaboración crea un entorno donde se comparten aprendizajes y también fracasos, se adoptan prácticas exitosas y se desarrollan sinergias que de otro modo serían imposibles. Los ecosistemas deben ser vistos como organismos vivos que evolucionan, y la colaboración es el motor que impulsa su adaptación y resiliencia frente a nuevos desafíos.
Lecciones de la colaboración
El análisis sobre la solidaridad comunitaria en desastres, especialmente en la respuesta ante la DANA en Valencia, demuestra que la base de un ecosistema próspero radica en los valores que lo constituyen y en la disposición de sus integrantes para colaborar. El trabajo voluntario organizado ha mostrado cómo las comunidades que se unen generan confianza y fortalecen capacidades colectivas, son más audaces y resilientes frente a la adversidad. Estas lecciones resaltan la importancia del compromiso colectivo, aplicable no sólo en contextos de crisis, sino también que son el reflejo de la clara capacidad y necesidad que tenemos como sociedad, de construir y fortalecer ecosistemas en los ámbitos institucionales, empresariales, sociales y económicos, promoviendo la colaboración como motor de desarrollo.
En definitiva, dos son los factores que sostienen y hacen crecer los ecosistemas, el propósito y la colaboración. Tanto en situaciones de crisis como en el día a día, la solución muchas veces depende de la capacidad de sus actores para unirse, colaborar y construir un futuro mejor juntos. La solidaridad, el trabajo en equipo y el compartir recursos son elementos clave que garantizan que ser humano y por ende, los ecosistemas que le rodean, no solo sobrevivan, sino que prosperen.
Jesús Tortosa
Fundador de Inchange Impact Company